Derribo de historia crevillentina

El Ayuntamiento de Crevillent ordena el derribo de la casa natal del poeta Maciá Abela ante el peligro de un posible derrumbe

El ruido de la grúa despierta a vecinos y atrae a los curiosos más madrugadores. En tan sólo unos minutos metros de hormigón y ladrillo se desprenden en el suelo junto con objetos y recuerdos que pasan a ser irrecuperables.Con el transcurso del día van siendo cada vez más los habitantes que entre murmullos y cuchicheos observan como se convierte en polvo una parte de la historia de Crevillent.

Durante estos días se está llevando a cabo la demolición de la casa donde nació y vivió el cura y poeta crevillentino José Maciá Abela. El Ayuntamiento ordenó la demolición del inmueble hace ya varios meses debido a su estado de ruina, ya que ponía en peligro la seguridad ciudadana por posibles desprendimientos. La edificación constituía una parte importante del patrimonio crevillentino ya que, además de ser el lugar donde nació el reconocido poeta el 2 de junio de 1877, según numerosos vecinos, en esta casa vivió también el compositor y músico Telmo Vela de la Fuente.

María Soledad Belén, de sesenta y dos años, es una de los cientos de vecinos que se han congregado estos días en la calle Médico Lledó para observar con indignación el derribo del que fue el hogar de uno de los personajes más importantes de la historia de Crevillent.“Es vergonzoso que hayamos dejado perder parte de nuestra historia”, argumenta María Soledad. Esta vecina crevillentina dice no saber de quien es la culpa de que no se le haya puesto solución al mal estado de la vivienda, pero afirma estar segura de que se podía haber hecho algo más para evitar el derrumbe. “Recuerdo cuando mis padres me contaron que Maciá Abela vivió en mi misma calle, igual que también recuerdo cuando yo se lo conté a mis hijos”, explica María Soledad, “ahora ya no podré enseñarle a mis nietos donde vivió el poeta que da nombre a su instituto”. María Soledad es una de los tantos crevillentinos que creen que el inmueble se debería de haber rehabilitado y conservado como un lugar donde recordar la figura del que fue profesor de Miguel Hernández.

Indignación generalizada 
A las quejas de los vecinos se les han sumado también las de diferentes grupos políticos de la localidad, como son Compromís, EUPV-ERPV o el PSOE. Según el portavoz del PSOE, Cayetano Más, es irracional que se haya llevado a cabo el derribo de una de las casas más características que quedaban en el casco urbano de Crevillent sin “el más mínimo miramiento”. El portavoz socialista argumenta que se ha realizado “un atentando contra la historia y la cultura crevillentina” y reclama al gobierno municipal la falta de preocupación por conservar el poco patrimonio histórico que queda de la ciudad.

Cayetano Mas sostiene que la casa de Maciá Abela estaba protegida con el anterior Plan General, pero que a consecuencia del nuevo plan establecido por la derecha quedaba descatalogada. De esta forma, el portavoz socialista acusa a los populares de despreocuparse de “uno de los poco vestigios que quedaba de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX”. De esta forma, según Cayetano, el gobierno de Cesar Augusto Asencio deja entrever su “nula política urbanística y la despreocupación por la protección del patrimonio”. Para Cayetano Mas, la política llevada por este partido durante todos sus años de gobierno ha sido la falta de mantenimiento del patrimonio de Crevillent, dejándolo “caer de viejo” para después alegar que no hay más remedio que demolerlo, como ha ocurrido en lugares como la ermita de San Cayetano, el Teatro Chapí, el casco de la Vila Vella o el Antiguo Hospital. Según el portavoz socialista, todas estas demoliciones se han hecho de acuerdo a “unos criterios urbanísticos salvajes, fruto o de la ignorancia o del desprecio por el patrimonio.

Cayetano considera que estos inmuebles deberían conservar al menos sus fachadas y que el Ayuntamiento debería dedicar ayuda institucional y ofrecer facilidades a los propietarios para ello. Además el portavoz socialista argumenta que “la demolición completa y la sustitución por un inmueble que no tiene nada que ver con el que había anteriormente es más propio de un pueblo de ignorantes que de uno que quiere darse a conocer al mundo”. Por su parte, el concejal de Obras, Rafael Candela, anunció que era imposible la adquisición y remodelación de la vivienda por parte del Ayuntamiento debido a la escasez de recursos económicos existente.Candela acusó a los partidos de izquierda de estar “esperando a que ocurriera una desgracia para atacar al gobierno municipal por no haber actuado a tiempo” y argumentado que, una vez  que el Ayuntamiento ha actuado tomando las medidas oportunas para evitar el riesgo ciudadano, siguen criticando al gobierno municipal. Con el derrumbamiento de este inmueble, no sólo se deja un vacío en el casco antiguo de Crevillent, sino también en su historia y en su patrimonio, que desde hoy pasará a olvidar el hogar del que fue un célebre e ilustre crevillentino.